lunes, 6 de diciembre de 2010

Mi perra Tulip

Terminé de leer el libro de J.R. Ackerley que lleva ese título. Seguí con escepticismo la primera parte de la relación de él con su perra, para ir cayendo rápidamente en cuenta de que Tulip es la única compañera que el personaje tiene en su vida y que esa relación tiene sentido recíproco para ambos.

La explicación pormenorizada de la vida sexual de la perra, sus celos y amoríos, me produjo una especie de desenfoque, como cuando escucho a alguien dar vueltas sobre un tema para evitar otro o para poder nombrarlo enmascaradamente. De quien relata en primera persona poco se sabe, pero se entiende, a través de esta compañía permanente y los avatares del animal, mucho más de lo que una autobiografía podría transmitir: caminatas, parques, embarcaderos, rutinas y contemplaciones que, en un modo que no podría ser más inglés, lo dicen todo.

Para terminar el libro me encuentro con el comentario de César Aira en la contratapa y, en esa relación extraña que los libros entablan entre sí, me dispongo ahora sí a comenzar a leer "El error".

1 comentario:

  1. Every single detail is thought by the author in such an english way so as to transmit to the readers the extent that reaches this particular relationship. THE EXTENT IS WHAT MATTERS.
    Just excellently narrated.

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