martes, 7 de diciembre de 2010

Museos en Bogotá





Del 7 de noviembre.

Ayer recorrí el Museo de Arte Colonial y el Museo Botero de Bogotá. Primera cosa que me impactó fue que ambos fueran de entrada gratuita. Y, en el de Arte Colonial, una sala específicamente dedicada a las migraciones desde Europa, los linajes en América y el mestizaje: negro, indio, zambo, mestizo, chino, lobo, son algunos de los nombres que adquirían los hijos de indios y europeos, africanos e indios, mestizos y africanos. En una sala, parte de una proyección de un procedimiento de limpieza de sangre o de acreditación de linaje es proyectaba sobre la superficie de una cama y me pareció un recurso genial porque, finalmente, de lo que se habla cuando se busca esta explicación de paternidad es saber con quién se ha acostado quién, para dar el estigma a los hijos de las acciones de los padres.

Voy a volarme un poco, si es que esto no se fue absolutamente de tema, y me quedo pensando en el poder de la iglesia católica en ese entonces y en la visión preponderante del valor de la persona por lo que sus predecesores han sido: el valor de lo que viene en la sangre, se transmite con el sexo y condiciona a las personas. Es claro que el valor de la persona por la persona misma, el individuo, es un concepto moderno que vendrá después con el proceso que incluyó a la revolución francesa como ícono. Hasta ese momento: "honrarás a tu padre y a tu madre" es un mandato, pero también -y tal vez mucho más- una condena implacable, para bien o para mal.

En el museo Botero, sin relación con el que nombraba más arriba, me impactaron mucho más que las obras del mismo artista, algunas donadas por él de su colección personal: Miró, Picasso, Klimt, Degas, Max Ernst y varios más; pintores cuyas obras pude ver por primera vez en vivo y en directo, y no reproducidas en un libro o a través de Internet. Tal vez sea por un desplazamiento común en mí, como si pudiera entrar a la biblioteca de un escritor y espiar sus libros, ver la lista de sus preferidos y entender desde ahí cómo construye su obra, o no.

Hoy voy a visitar el Museo del Oro y espero traerme una buena impresión ya que me lo han recomendado con intensidad.

Las imágenes son de pinturas exhibidas en el Museo Botero de Bogotá.

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