martes, 12 de febrero de 2013

Abejas


No hay que caminar con las manos en los bolsillos porque si te tropezás podés irte de boca y romperte los dientes, y porque además parece que estás tocándote.
—…
Metete la camisa adentro del pantalón, abrochate ese botón y peinate un poco, por favor.
Sí.
Lavate las manos, abajo de las uñas, escupí ese chicle, limpiate los lentes: no sé cómo ves con esa mugre.
Es que estuve en el patio.
Ya sé. ¿Te lavaste los dientes hoy? Atate bien los cordones.
Ojos mariposas no se detienen: revolotean y se van.
Me invitaron a lo de Gustavo. ¿Puedo ir?
Sí, pero no te ensucies y volvé antes de las ocho.
Hoy la mamá hace ravioles y me invitaron a comer.
No podés quedarte, tenemos visitas a cenar.
Manos gallinas picoteando en estantes y mesada. Ollas abismo y muralla delantal. Mariposas verdes y azules, velocidad.
Ya sé, pero... si pudiera, me gustaría.
No y punto.
Boca puño, diciendo sin hablar, golpeando sin tocar. Ojos aleteando sin mirar.
Bueno, entonces voy un rato y vuelvo temprano.
Ajá.
Sale y regresa sin hacer ruido por el pasillo hasta el patio —pies brisa, aliento tumba, soledad— y el rincón del bananero, contra el tapial.
Señora, el chico es extremadamente alérgico. Hacía tiempo que no tenía un caso así. Tome, lleve esta ampolla por precaución. Téngala siempre a mano.
Aire piedra, piel fuego, rojo y negro.
Espera entre los troncos, inundado del olor de hojas y frutos marchitos, el motor incesante del panal.
Mundo nube, sol total. Insecto hipodérmico, rumor primordial.

Es un chico raro.
No digas eso.
Está siempre solo, no juega con nadie. No es normal.
Se fue a lo de su amigo. Allá parece que está cómodo.
Eso dijo.
¿Entonces?
No sé. Igual es raro.
Niño planta, refugio vegetal.
Se queda entre los troncos, siente que se hunde despacio en el suelo, casi sin respirar.
Brazos hojas, sudor verde, zumbido fatal.
Algo en el cuello, un latigazo ardiente, y se golpea sin pensar.
Sicario insecto, sol negro, sangre y fuego, mariposas que por fin dejan de volar.

Sacale los lentes, cerrale los ojos, dejalo descansar.
Culpa aguja lenta, corazón artefacto, ruido seco, ya no despertar.

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